¿QUIENES SOMOS?

¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde
vamos? (en francés D'où venons nous? Que sommes nous? Où allons nous?) Es
un cuadro de Paul Gauguin hecho en diciembre de 1897 durante su segunda
estancia en Tahití. Se conserva en el Museo de Bellas Artes de Boston. Se
conoce por la referencia núm. 561 del catálogo de Wildenstein.
Las tres preguntas son las típicas que un
tahitiano, curioso y hospitalario, hace a un extraño que se encuentra por el
camino: ¿quién eres? ((o vai ´oe?), ¿De dónde vienes? (nohea roa mai
´oe?), ¿Dónde vas? (te haere ´oe hea?). Seguramente a Gauguin le
habían hecho a menudo estas tres preguntas, que las transforma en la primera persona
del plural y hace una alegoría de la vida.

¿De dónde venimos?
Un bebé marca el primer límite de la escena, y al lado,
unas chicas jóvenes lo velan. Es la vida familiar o comunitaria, con perro
doméstico incluido, la esperanza y el sueño por la vida.

¿Quiénes somos?
Es el mundo de los adultos, con sus temores y
alegrías. Gauguin lo identifica con el jardín del Edén con una mujer cogiendo
un fruto del árbol de la ciencia, símbolo del pecado de Eva. A su izquierda dos
personajes filosofan sobre la vida, mientras los hombres se dejan llevar por la
felicidad de vivir. A su derecha, un ídolo muestra el aspecto espiritual y
religioso.
«Volviendo a mi
cuadro grande, el ídolo no está puesto como una cita literaria, sino como una
estatua [...] que representa lo indefinido y lo incomprensible ante el misterio
de nuestros orígenes y de nuestro futuro."
La estatua del ídolo no existe en Tahití y está
inspirada en los ídolos hindúes. Representa a Hina, la diosa de la Luna,
considerada exageradamente por Gauguin como una de las principales divinidades
tahitianas. Al igual que los constantes ciclos lunares, Hina es la diosa
responsable de la regeneración y el renacimiento. Los gatos tradicionalmente se
asocian con la luna.

Es la muerte pero también el renacimiento. La mujer
tumbada y apoyada con un brazo es Vairaumati, que Gauguin llama Eva tahitiana.
Según la leyenda, Vairaumati engendró el primero de los arioi, una
sociedad privilegiada dedicada al amor y a la guerra, y luego fue divinizada.
La mujer vieja, representada previamente como «Eva
bretona» que se tapa los oídos para no escuchar la tentación del pecado, es una
réplica de una momia peruana en posición fetal que fue expuesta en el Musée de
Ethnologie du Trocadéro de París, y que hoy se encuentra en el Musée de
l'Homme. Se puede interpretar tanto como la muerte, la eternidad o el ciclo de
nacimiento, muerte y reencarnación.
